Hoy escribo
esta carta, para tratar de avanzar poco a poco, duele, si, sé que duele, que me
mata por dentro, mi dolor, mi rabia, mi odio, todos y cada uno de los
sentimientos que luchaba por borrar de mi por ti se transformaron hace unos días
en una entidad horrida sin par alguno en la historia de mi existencia que se
dedica a morder mi cuello de manera lenta acabando con mi resistencia a
lanzarme al vacío de mi mente del que se es muy difícil regresar.
No escribo
esto con el propósito de soltar toda mi rabia sobre ti, ni de gritarte que te
odio y que jamás desearía volver a cruzar mi camino contigo, ni para suplicar perdón
por ser como soy mucho menos para pedir una nueva oportunidad para algo que
ahora se no deseo por razones muy específicas que espero exponer a continuación
de una manera que sea comprensible para todo el que quiera leer esta carta
aunque por el momento quiero enfocarme en una sola cosa y será encerrar todos
mis pensamientos en estas letras para que así dejen de atormentarme.
Aunque no
espero que entiendas lo siguiente, si me dejaría dejarlo muy claro, cuando una relación
termina y no es realmente por una decisión unánime, aun que el que la está
terminando sepa de antemano que después de un tiempo todo va a estar bien, de
que para ambos será difícil pero que aun así saldrán adelante, ya sea solos o
con el apoyo de alguien más, no está teniendo en cuenta todo el dolor y agonía que
le ocasionara a la persona que tiene que aceptar que la decisión está tomada y
que tiene que encontrar su camino lejos del objeto de su amor, lo que nos lleva
al siguiente punto, el hecho de declarar que no es que exista una falta de amor
suena en ese preciso momento a la mentira más grande del mundo, porque a mi
parecer, y no digo que así sea o deba ser, solo es la vaga y común idea que yo
tengo del sentimiento; el amor no solo comprende las partes buenas de una
persona, sino sus defectos y debilidades, sus malos ratos, todo en conjunto
siempre y cuando estos no te estén causando un enorme daño físico o mental, no debes
amar a alguien que abusa de ti física o mentalmente, eso para mí es masoquismo,
pero todo el mundo tiene defectos, no hay relación alguna que no tenga su alto
grado de imperfección, de problemas y peleas y si dices amar a esa persona,
pero sus defectos, debilidades y malos ratos, si las peleas y problemas son más
grandes que tu ”amor” por dicho sujeto entonces yo sugeriría reconsiderar esa
palabra y decir que solo prefieres tener una muy cercana amistad o ya sea solo
una relación de buenos conocidos, porque lo que sientes por la persona no es
amor si no estás dispuesto a estar ahí en las malas y en las peores.
Con respecto
a mi primer comentario de que no tienen en cuenta el dolor que ocasionan, lo
digo por lo siguiente, es muy fácil decir “todo va a estar bien” o “no te
preocupes, vas a estar bien con el tiempo” eso no significa que el dolor será menos,
o que en un futuro dirás “gracias por haber tomado esta decisión por mí, es lo
mejor que alguien pudo haber hecho”, es cierto, con el tiempo, la posibilidad
de cura es grande, pero no gracias al que tomo la decisión, aquí, como en una ecuación física, el que toma
la decisión es la causa del dolor, el origen de la agonía que se siente cada día
hasta que uno puede levantarse bien otra vez, la solución es uno mismo, tal vez
con el apoyo de terceros, pero la solución por mucho que alguien intente verlo así,
no es la persona que te genero todo el dolor por que estás pasando por el momento.
Mi
incapacidad de perdonar a las personas me afecta mucho más de lo que alguien podría
imaginar, alguien debe ocasionarme un dolor, rabia, o decepción enorme para que
mi alma misma se retuerza ante la sola idea del perdón, pero en este único caso,
en este especifico momento de mi vida y después de analizar el problema con
mucho detenimiento y de manera muy fría, soy capaz de decir lo siguiente, no me
importaría seguir hablando contigo, no tratar de ser tu amigo per se, pero dejarte
saber que estaré ahí para ti si es que así lo necesitas, no te ofreceré mi
amistad por el simple hecho de que en mi mente ya están grabadas tus palabras
como fuego, diciéndome que hay algo de mí que no aceptas, que te disgusta y que
probablemente te haga daño, así que no quiero ocasionarte mas molestias con
eso, pero tampoco puedo negar que no te amo lo suficiente como para no tragarme
mi propio orgullo y decirte que si me necesitas estaré ahí, aunque me duela
verte, aunque no resista la sola idea de no estar junto a ti de la manera que a
mí me gustaría, por lo menos te ofreceré mi presencia en tiempos de necesidad si
así lo deseas.
Una vez
habiendo dicho todo esto, diré la última cosa que tengo en mente, y que se jamás
he dicho a nadie antes de ti, perdóname si es que te cause daño y dolor por ser
como soy y por ser lo que soy, perdona si lo único que logre darte fueron
dolores de cabeza y malos ratos, esa jamás fue mi intención ahora como en el
tiempo que estuve contigo, solo deseo lo mejor para ti, espero que tengas una
buena vida y muy buena suerte, que tu vida se llene de los triunfos que deseas
y que se cumplan tus proyectos planeados, que no encuentres más anclas que
detengan tu camino que te lo hagan más difícil muy por el contrario, que todo
te sea favorable.
Por mi
parte, me despido de ti ahora que me has dejado ir, no me queda más que ser
fiel a mi palabra y respetar lo que dije cuando todo empezó, me quedare hasta
que tu decidas lo contrario y ahora que al parecer todo a llegado a la decisión
definitiva de que es mi tiempo de marchar y aunque sea con un enorme dolor con
el que escribo estas palabras me encamino feliz a donde sea que tenga que
llegar siempre y cuando tu estés bien y feliz con las decisiones que has
tomado.
Hasta
siempre.
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