lunes, 23 de diciembre de 2013

Hasta Siempre



Hoy escribo esta carta, para tratar de avanzar poco a poco, duele, si, sé que duele, que me mata por dentro, mi dolor, mi rabia, mi odio, todos y cada uno de los sentimientos que luchaba por borrar de mi por ti se transformaron hace unos días en una entidad horrida sin par alguno en la historia de mi existencia que se dedica a morder mi cuello de manera lenta acabando con mi resistencia a lanzarme al vacío de mi mente del que se es muy difícil regresar.

No escribo esto con el propósito de soltar toda mi rabia sobre ti, ni de gritarte que te odio y que jamás desearía volver a cruzar mi camino contigo, ni para suplicar perdón por ser como soy mucho menos para pedir una nueva oportunidad para algo que ahora se no deseo por razones muy específicas que espero exponer a continuación de una manera que sea comprensible para todo el que quiera leer esta carta aunque por el momento quiero enfocarme en una sola cosa y será encerrar todos mis pensamientos en estas letras para que así dejen de atormentarme.

Aunque no espero que entiendas lo siguiente, si me dejaría dejarlo muy claro, cuando una relación termina y no es realmente por una decisión unánime, aun que el que la está terminando sepa de antemano que después de un tiempo todo va a estar bien, de que para ambos será difícil pero que aun así saldrán adelante, ya sea solos o con el apoyo de alguien más, no está teniendo en cuenta todo el dolor y agonía que le ocasionara a la persona que tiene que aceptar que la decisión está tomada y que tiene que encontrar su camino lejos del objeto de su amor, lo que nos lleva al siguiente punto, el hecho de declarar que no es que exista una falta de amor suena en ese preciso momento a la mentira más grande del mundo, porque a mi parecer, y no digo que así sea o deba ser, solo es la vaga y común idea que yo tengo del sentimiento; el amor no solo comprende las partes buenas de una persona, sino sus defectos y debilidades, sus malos ratos, todo en conjunto siempre y cuando estos no te estén causando un enorme daño físico o mental, no debes amar a alguien que abusa de ti física o mentalmente, eso para mí es masoquismo, pero todo el mundo tiene defectos, no hay relación alguna que no tenga su alto grado de imperfección, de problemas y peleas y si dices amar a esa persona, pero sus defectos, debilidades y malos ratos, si las peleas y problemas son más grandes que tu ”amor” por dicho sujeto entonces yo sugeriría reconsiderar esa palabra y decir que solo prefieres tener una muy cercana amistad o ya sea solo una relación de buenos conocidos, porque lo que sientes por la persona no es amor si no estás dispuesto a estar ahí en las malas y en las peores.

Con respecto a mi primer comentario de que no tienen en cuenta el dolor que ocasionan, lo digo por lo siguiente, es muy fácil decir “todo va a estar bien” o “no te preocupes, vas a estar bien con el tiempo” eso no significa que el dolor será menos, o que en un futuro dirás “gracias por haber tomado esta decisión por mí, es lo mejor que alguien pudo haber hecho”, es cierto, con el tiempo, la posibilidad de cura es grande, pero no gracias al que tomo la decisión,  aquí, como en una ecuación física, el que toma la decisión es la causa del dolor, el origen de la agonía que se siente cada día hasta que uno puede levantarse bien otra vez, la solución es uno mismo, tal vez con el apoyo de terceros, pero la solución por mucho que alguien intente verlo así, no es la persona que te genero todo el dolor por que  estás pasando por el momento.

Mi incapacidad de perdonar a las personas me afecta mucho más de lo que alguien podría imaginar, alguien debe ocasionarme un dolor, rabia, o decepción enorme para que mi alma misma se retuerza ante la sola idea del perdón, pero en este único caso, en este especifico momento de mi vida y después de analizar el problema con mucho detenimiento y de manera muy fría, soy capaz de decir lo siguiente, no me importaría seguir hablando contigo, no tratar de ser tu amigo per se, pero dejarte saber que estaré ahí para ti si es que así lo necesitas, no te ofreceré mi amistad por el simple hecho de que en mi mente ya están grabadas tus palabras como fuego, diciéndome que hay algo de mí que no aceptas, que te disgusta y que probablemente te haga daño, así que no quiero ocasionarte mas molestias con eso, pero tampoco puedo negar que no te amo lo suficiente como para no tragarme mi propio orgullo y decirte que si me necesitas estaré ahí, aunque me duela verte, aunque no resista la sola idea de no estar junto a ti de la manera que a mí me gustaría, por lo menos te ofreceré mi presencia en tiempos de necesidad si así lo deseas.

Una vez habiendo dicho todo esto, diré la última cosa que tengo en mente, y que se jamás he dicho a nadie antes de ti, perdóname si es que te cause daño y dolor por ser como soy y por ser lo que soy, perdona si lo único que logre darte fueron dolores de cabeza y malos ratos, esa jamás fue mi intención ahora como en el tiempo que estuve contigo, solo deseo lo mejor para ti, espero que tengas una buena vida y muy buena suerte, que tu vida se llene de los triunfos que deseas y que se cumplan tus proyectos planeados, que no encuentres más anclas que detengan tu camino que te lo hagan más difícil muy por el contrario, que todo te sea favorable.

Por mi parte, me despido de ti ahora que me has dejado ir, no me queda más que ser fiel a mi palabra y respetar lo que dije cuando todo empezó, me quedare hasta que tu decidas lo contrario y ahora que al parecer todo a llegado a la decisión definitiva de que es mi tiempo de marchar y aunque sea con un enorme dolor con el que escribo estas palabras me encamino feliz a donde sea que tenga que llegar siempre y cuando tu estés bien y feliz con las decisiones que has tomado.

Hasta siempre.


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